Pero el número de desahucios no deja de crecer a pesar del enorme parque de viviendas vacías, los llamados recortes sociales se agudizan mes a mes, los derechos sociales reconocidos en nuestra legislación ven mermados progresivamente los medios que garantizan su aplicación, el llamado mercado de trabajo excluye sin límite a una buena parte de la población activa, la caridad se extiende por un espacio ocupado antes por los servicios sociales... ahora bien, a los banqueros de las entidades intervenidas (a las que hemos dado mucho dinero de todos, del que necesitamos, para enjugar su deuda) se les limita las retribuciones a 500.000 €/año. Me quedo más tranquilo... (el Presidente del Gobierno percibe en torno a 80.000 €/año).
A lo peor esa imagen resulta ser cada vez más representativa de un país que necesita hacer otro tipo de deberes... los que desde hace más 30 años nos impusimos en nuestra leyes.
Creo que el New York Time no exagera. Más bien denuncia... No se vosotros... pero yo estoy viendo con más frecuencia imágenes como esta:
Tomada del reportaje del New York Times: In Spain, Austerity and Hunger