En Valladolid, mi ciudad, acaba de aprobarse por el Pleno Municipal una Ordenanza que, entre otras muchas cosas, prohíbe la mendicidad (art.15).
Es difícil no reconocer que la mendicidad es la expresión de un fracaso en la extensión de los derechos sociales y, en consecuencia, un indicador de cierta ineficacia de los sistemas de protección social en general y de los servicios sociales en particular. La mendicidad hay que combatirla hasta hacerla desaparecer. La prohibición dudo que sea la solución. De la misma forma que el analfabetismo se elimina con educación, la mendicidad se acaba mediante procesos de intervención social. Así lo entiendo yo.
Texto de la ordenanza municipal.